La NBA y Europa se han ido acercando bastante en estas últimas fechas, con los jugadores más prometedores del viejo continente dando el salto a la mejor liga del mundo, y con la llegada de jugadores norteamericanos (o europeos que no cuajaban) con poco hueco en la liga, a equipos europeos.
Los jóvenes con mayor potencial siguen marchándose a equipos norteamericanos (este año vemos la marcha de nombres como Gallinari, Aijinca o Rudy Fernández), donde buscarán obtener el protagonismo de algunos jugadores como Gasol, Nowitzky o Parker. Sin embargo, los que vuelven a Europa, no son jugadores marginales en muchos de los casos, sino que podrían ganarse la vida sin excesivas dificultades en la liga americana.
Esto se debe en especial al cambio del dólar con respecto al euro, que pone en ventaja a los equipos euroepos en cuanto a ofrecer un contrato jugoso, pese a que la oferta deportiva sea mucho mejor en la NBA. Como es de preveer, las franquicias americanas tienen mucho más poder económico que la mayoría de clubs europeos, pero aún así, en Rusia y Grecia, la famosa crisis, aún no ha llegado, como demuestran sobre todo el Khimki, Panathinaikos y Olimpiakos.
La primera de las noticias fue el regreso de Juan Carlos Navarro, que pese a poder ganarse un buen contrato, prefirió volver a su Barça querido. Más esperado era el regreso de Garbajosa, lastrado por las lesiones estos dos últimos años, pero nadie creía que su destino fuera a ser el Khimki ruso, que le ofreció un dineral. Otro que le acompañará a Rusia, es su ex-compañero en Toronto Carlos Delfino, el cual si que tenía bastante que decir en el conjunto canadiense.
Pero sin embargo, el caso más sonado ha sido el de Josh Childress, un gran sexto hombre en Atlanta, que buscó usar a Europa para aumentar su caché en la NBA, pero que acabó usándola para elegir a su próximo equipo, concretamente en Grecia, siguiendo los pasos del Hawk más insigne de la historia, Dominique Wilkins. Childress regresará seguramente a la NBA, pero aún así, su caso no deja de sorprender.
En las últimas horas se ha unido a estos nombres el de Carlos Arroyo, que tenía un papel de segundo base en Orlando, pero que jugará en el Maccabi. Pero sin embargo, esta situación puede ser más evidente los próximos años. Olympiakos ya se ha interesado por Lebron James, y Kobe se deja querer (siempre dijo que le gustaría jugar en Europa), diciendo que por 40 millones de dólares (más del doble de lo que podría cobrar en la NBA) jugaría en nuestro continente.
martes, agosto 05, 2008
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